El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) tiene un gran potencial para mejorar los servicios públicos en las ciudades, lo que puede impactar positivamente en la calidad de vida sin contribuir a los efectos negativos de la gentrificación. Aquí algunos ejemplos de cómo IoT puede aplicarse en los servicios públicos:

  • Gestión inteligente del agua
  • Redes eléctricas inteligentes (Smart Grids)
  • Gestión de residuos urbanos
  • Transporte público eficiente
  • Iluminación pública inteligente
  • Monitoreo de la calidad del aire
  • Sistemas de respuesta ante emergencias
  • Infraestructura de salud pública
  • Conservación de energía en edificios públicos
  • Agua y saneamiento eficiente

Estas soluciones tecnológicas no solo mejoran la eficiencia de los servicios públicos, sino que también permiten mantener bajos los costos operativos en comunidades de bajos ingresos, mejorando la calidad de vida sin necesariamente aumentar el costo de vida, lo que podría contribuir a prevenir el desplazamiento de los residentes originales. Al mejorar el acceso a servicios esenciales sin disparar los precios del alquiler, IoT puede ser una herramienta para crear ciudades más inclusivas y equitativas.